Ex presidente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena asegura que al partido “se le quebró el alma” y está en riesgo de perder toda su esencia panista para convertirse en sólo unas siglas o un membrete “hueco”, ya sin la mística y cultura política que construyó a lo largo de 75 años.
“El panismo se ha ido desgastando o perdiendo, esto pone en riesgo el dejar de ser el PAN, es decir, el PAN puede seguir existiendo y pueden seguir apareciendo las siglas en las boletas electorales y candidatos con el nombre del PAN, pero sin la esencia de lo que es y ha sido… puede seguir existiendo como partido pero ya no como PAN y ya no como cultura política y eso es lo que está en riesgo hoy en México”, dice en entrevista con El Universal el también ex embajador de México ante el Vaticano.
Bravo Mena presenta hoy su libro más reciente: Acción Nacional, Ayer y Hoy, en Casa Lamm, y a unos días de que el partido cumpla 75 años el 15 de septiembre, hace un análisis de por qué el PAN perdió las elecciones presidenciales y concluye que las crisis internas, el ejercicio del poder, la llegada de personas contrarias a las causas del partido así como una degradación ética, contribuyeron a deformar el espíritu del blanquiazul con la sociedad.
Partido franquicia
Presidente del PAN cuando ganaron la Presidencia de la República en 2000, lanza una alerta a líderes y militantes para corregir el camino porque el PAN podría convertirse en un partido más, sin alma y sin lo que lo hizo nacer y ser.
“Ese PAN actuando así, va a ser un partido como lo fue el PPS, el PARM, un partido franquicia en manos de vivales que lo venderán al mejor postor y ahí estarán… uno más de tantos que han existido en la historia de México, ese ya no es el PAN, ese será una organización con las siglas del PAN o personas utilizando las siglas del PAN, pero ya no es el PAN y eso puede suceder, está entre nosotros ese problema ya, está ahí. No digo que va a suceder, pero puede revertirse”, advierte.
Después de un año dedicado a la redacción de su libro, apunta que no en todo el panismo, pero sí hay una degradación ética y moral, sobre todo en muchos que tienen responsabilidades. Todos son responsables, dice, y levanta la mano para corregir el camino.
Video le causó tristeza
Visiblemente molesto, el dos veces candidato al gobierno del Estado de México recuerda que el video donde aparecen varios diputados federales del PAN bailando y bebiendo en una fiesta en su plenaria de Puerto Vallarta, Jalisco, en enero pasado, le provocó mucha tristeza.
Aclara que no se mete con la vida personal y los diputados son libres de divertirse como quieran, pero no se vale “envolver y arrastrar” así el nombre del PAN de esa manera. Los buenos ciudadanos y los buenos panistas no se merecen este tipo de escenas.
Recuerda que en el artículo 12 de los estatutos se exige a militantes, y más a los que ostentan un cargo, “cuidar la buena fama y el prestigio de la institución”.
“¡No compadre!, ganaron de representación proporcional, ganaron para ser representantes del PAN, son decisiones colegiadas de cúpula, representan a la institución, no ganaron con votos personales, no se vale que arrastren así (el nombre del PAN)”, acusa.
Era elemental haber removido a Luis Alberto Villarreal como coordinador pero no debe ser lo único que haga el presidente Gustavo Madero, dice.
Interrogado por qué ha habido tantos escándalos de militantes en los últimos meses, responde que en algunos no existe una mínima conciencia de los antecedentes históricos; incluso critica que muchos sólo utilicen frases de los fundadores del partido para ponerle un tinte panista a sus discursos, pero sin entender ni comprometerse a nada.
La cuarta crisis
En su análisis sobre la historia y retos de la institución en donde ha militado más de 44 años, Bravo Mena relata que Acción Nacional ha tenido cuatro grandes crisis en su historia —en el 63, 76 y 90— pero la más reciente es la confrontación entre maderistas y calderonistas por el control del partido.
En la plática, recuerda que el enfrentamiento entre maderistas y calderonistas es un elemento adicional en el proceso de pérdida de cultura y valores del panismo y esta polarización ha impedido encontrar el camino común e incluso no permitió que hubiera candidatura de unidad en el pasado proceso interno.
“Esta confrontación entre maderismo y calderonismo es la cuarta gran crisis en el Partido Acción Nacional, que coincide con este proceso de pérdida de sentido de misión de la causa final. Esta lucha es un elemento adicional en un proceso de pérdida de esta cultura que yo le llamo panismo y de valores del panismo”, agrega Bravo Mena.
El también ex secretario particular del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa no pone nombres o personaliza a los responsables de la crisis, aunque “todos los días tenemos una vitrina rica para ofrecer”, dijo. Quiere que se vaya al fondo y se abra un gran debate al interior del partido.
El renacimiento
Bravo Mena sugiere que el presidente Gustavo Madero tiene en sus manos iniciar con el renacimiento del partido y propone tres ejes para ello: “reinstitucionalizar al PAN, reciudadanizarlo y ofrecer liderazgos con valores”.
Sugiere una reinstitucionalización del PAN para revivir los debates y dejar de simular las discusiones en todas las instancias del partido y así que las decisiones se tomen de manera colegiada y se dejen atrás los grupos o los liderazgos de caudillos clientelares que hoy han penetrado y dominando la vida interna.
“Tenemos que regresar a las asambleas, los debates ordenados, democráticamente llevados para decidir lo que la institución va a hacer, porque la voluntad de una persona moral es una voluntad colectiva, no lo decide nadie en particular lo deciden sus cuerpos colegiados en el PAN tenemos que darle vida real”, dice.
Además, el ex dirigente sugiere ciudadanizar al blanquiazul y mirar hacia afuera y así no consumirse en grillas internas, “el PAN está hecho por los ciudadanos para servirlos, sino recuperamos esta manera de ser del PAN, va a seguir dando tumbos” y apostando a que llegue un buen candidato nada más.
Pide liderazgos de valores, pues recuerda que cuando el PAN entró a la degradación de la política, bastaba con tener un costal de dinero para poder aparecer en carteles y pagar propaganda para ganar una elección.
En el momento en el que el partido entró a ese juego, comenzó el declive. “Lo que al PAN lo hizo fuerte y permanecer fue ofrecer liderazgos ciudadanos cívicos de primer nivel”, dice, pero de no hacer un alto en el camino para rectificar y se dejan pasar las cosas, “Acción Nacional seguirá dando tumbos y corre el riesgo de que el PAN deje de ser panista”.
Fuente: El Universo