Orión, la nueva nave espacial de la NASA, despegó en un vuelo de prueba de alto riesgo que está destinado a marcar el inicio de una nueva era de exploración que llevará, en última instancia, a Marte.
El viaje de la nave orbital no tripulada comenzó con un despegue amanecer presenciado por miles de personas invitadas por la NASA. Las partes del cohete se separaron de la cápsula como estaba previsto, cayendo hacia la Tierra mientras las cámaras instaladas a bordo proporcionaban vistas impresionantes del planeta azul cubierto de nubes.
“La estrella del día es Orión”, dijo el administrador de la NASA, Charles Bolden Jr., añadiendo que era el “primer día de la era de Marte.”
El estreno de Orión será breve — solo 4 horas y media desde su lanzamiento hasta su aterrizaje en el mar en las que dará dos vueltas a la órbita de la Tierra. Pero por primera vez en 42 años, la NASA lanza a más de 200 kilómetros de la Tierra una nave construida por el hombre. La última vez fue la cápsula lunar Apolo 17.
Y además es el primer nuevo vehículo de la NASA para viajes espaciales desde el transbordador.
El vuelo de prueba coloca a la agencia estadunidense “un paso más cerca” de poder embarcar a hombres en Orión, dijo Bolden justo antes del despegue.
Las ráfagas de viento y válvulas de combustible endurecidas suspendieron el intento de lanzamiento del jueves, pero todo marchó sin problemas un día más tarde y el cohete Delta IV partió hacia el espacio con Orión a bordo al amanecer.
La NASA espera que en su segunda vuelta alrededor de la Tierra, Orión alcance una altura máxima de casi 5 mil 800 kilómetros, para dar al módulo el impulso necesario para un regreso a gran velocidad a la Tierra sobre el Pacífico. Los ingenieros quieren ver cómo se comporta el escudo térmico de la nave — el mayor de su tipo construido nunca — cuando Orión atraviese la atmosfera viajando a unos 32 mil 200 kilómetros por hora y alcanzando los 4 mil grados.
Fuente: AP