El artista chino Ai Weiwei acaba de presentar su nueva obra en Hong Kong, una instalación compuesta por 1,800 latas de leche en polvo infantil, formando el mapa de China.
La obra es su respuesta al escándalo de la leche infantil adulterada con melamina, que en 2008 provocó en China la muerte de seis menores, y enfermedades a unos 300,000 bebés.
Hoy en China la demanda de leche en polvo de origen extranjero está en pleno boom comercial.
“La mayoría de las empresas que produjeron este tipo de producto son de propiedad estatal señala Ai Weiwei. Monopolizan el manejo de los alimentos de la sociedad y se benefician al máximo. Cuando empresas nacionales como éstas tienen un problema tan grande de gestión en su propio país, las regulaciones y la supervisión, es la tarea de los funcionarios del país, que deben asumir mayor responsabilidad.”
En China, se usa cada vez más la leche artificial en detrimento de la lactancia materna. Aquella leche adulterada provenía de la empresa estatal Sanlu y de otras 69 marcas.
Pero la obra tiene otra lectura posible, Cosmin Costinas es el comisario de esta exposición: “Esto también puede interpretarse como una exploración del paisaje del miedo en Hong Kong, el miedo a los demás, el miedo a la China continental que está invadiendo y apropiándose de Hong Kong.”
Al resquemor por la leche adulterada, se le añade la la inquietud en la ex colonia británica por la avalancha de visitantes de China continental a este pequeño territorio.
El año pasado, más de 30 millones de chinos continentales visitaron Hong Kong, casi cuatro veces la población de la ciudad.
Fuente: euronews
