Justo dos semanas después de que fuera suspendida su presentación, la iniciativa de reforma financiera será dada a conocer este miércoles 8 en el Alcázar del Castillo de Chapultepec.
El presidente Enrique Peña Nieto y los líderes nacionales de los partidos firmantes del Pacto por México encabezarán el acto de presentación de esa iniciativa, con lo que se da cumplimiento a los compromisos número 63 y 62 del Pacto firmado el 2 de diciembre pasado.
El “compromiso” número 63 del Pacto, establece: “Se cambiará el marco legal para que la banca comercial y las instituciones de crédito presten más y más barato”.
Y para que la cuña apriete, el “compromiso” 62 señala que “se fortalecerá la banca de desarrollo para ampliar el crédito, con especial énfasis en áreas prioritarias para el desarrollo nacional como la infraestructura, las pequeñas y medianas empresas…”, áreas que, después dirían funcionarios de Hacienda, los bancos comerciales no atienden gran cosa.
La presentación, mañana, de la iniciativa llega precedida de insistentes críticas de la autoridad hacendaria –en particular del titular de la SHCP, Luis Videgaray Caso– hacia los bancos, porque prestan muy poco y caro, e incurren en prácticas como la exagerada inversión en valores –entre otras–, que no ayudan gran cosa a la economía, pero sí abultan las cajas y tesorerías de los bancos.
De hecho, desde el inicio de la administración de Enrique Peña Nieto, los bancos han estado en la mira de la autoridad. Desde el segundo día de gobierno, cuando se firmó el Pacto por México, se propuso una reforma financiera para “meter en cintura” a los bancos.
A partir de entonces, y en cuanto foro financiero ha participado –como los organizados por la agencia Bloomberg en marzo o la revista Latin Finance en abril, entre varios más–, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, ha sido insistente, machacón inclusive, en una sola idea:
Los bancos mexicanos son de los más fuertes del mundo, con niveles de capitalización y solvencia por arriba de los estándares internacionales, pero… son los que prestan menos y más caro.
“El crédito bancario al sector privado (en México) es de apenas 26% del Producto Interno Bruto, cuando el promedio de América Latina es cercano a 50% del PIB; Brasil está por arriba de 50%; Chile, muy cerca de 100%, y las economías de los países de la OCDE están incluso por arriba de 150%”, ha reiterado Videgaray.
La otra crítica del secretario a los bancos, aunque más bien velada, es que hacen poco por impulsar la economía nacional, por la costumbre de aquéllos de irse sobre los negocios fáciles, menos riesgosos y más redituables.
Dijo en el foro de Latin Finance, el 9 de abril, que las micro, pequeñas y medianas empresas, que generan más de 74% del empleo en el país y más de la mitad del PIB, apenas reciben 15% del total del crédito bancario a las empresas.
En ese contexto, el gobierno federal confeccionó, con el concurso de los partidos firmantes del Pacto por México, la reforma financiera, que iba a dar a conocer el presidente Peña Nieto y a explicar el secretario de Hacienda el 23 de abril pasado en Palacio Nacional. Pero se suspendió la presentación por diferencias políticas entre los firmantes del Pacto.
Por cierto, en la elaboración de esa reforma fueron excluidos los banqueros, a los que apenas se les pidió opinión en algunos temas específicos. “No conocemos la reforma; sólo se nos dio un esbozo”, reconoció Jaime Ruiz Sacristán el 25 de abril, en el marco de la 76 Convención Bancaria realizada en Acapulco, Guerrero, su día último como presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Pero justo en esos días ya se había filtrado el contenido de la reforma financiera y fue uno de los temas centrales de la convención bancaria, aunque fuera de la agenda oficial.
La reforma incluye 14 decretos que modifican 38 leyes de los ámbitos financiero, económico, judicial y aun penal. Fuente: Apro