Por Jorge Carrasco Araizaga
Cambridge Analytica era muy conocida y buscada por la clase política mexicana. Sus insumos para la elaboración de armas psicológicas a explotarse en los procesos electorales eran codiciados por cualquiera que estuviera dispuesto a pagar miles o millones de dólares, según la elección.
Los comicios del 1 de julio en las que se elegirán más de tres mil cargos representaban un gran mercado para la firma británica creada con dinero del millonario estadunidense Robert Mercer, financiador también de la campaña de Donald Trump. En eso estaba la firma hasta que se desató la semana pasada el escándalo de su intervención, mediante cualquier método de recolección ilegal de información, en las elecciones de varios países, incluido México.
La compañía aterrizó en México en 2016 cuando hubo elecciones para gobernador en 12 estados de la República, al tiempo que estaba construyendo el perfil del votante de Trump con datos personales de más de 50 millones de usuarios estadunidense robados a Facebook.
El año que Cambridge Analytica llegó a México, el PRI perdió siete de esas gubernaturas, la mayor derrota de ese partido luego de la elección presidencial del año 2000 que acabó con más de 70 años en el poder.
Cambridge Analytica vende insumos, que es la información personal y emocional de los usuarios de redes sociales, pero necesita expertos que sepan interpretar esos datos, lo que se conoce como minería de datos. Luego, subcontrata también a organizaciones, despachos publicitarios y empresas de relaciones públicas para la elaboración de noticias falsas, videos, fotomontajes, análisis o ataques cibernéticos. Nada extraño de lo que hemos visto en México.
¿La contrató alguno de los siete que ganaron gubernaturas con el PAN hace dos años? ¿El PRI en el Estado de México el año pasado? ¿Con quién estaba en conversaciones, con el PRI, el PAN u otro partido para alguna o algunas de las elecciones de este año?
En el círculo de la tecnología para la seguridad en México, expertos mencionan que empresarios de Querétaro buscaron a la firma extranjera para que trabajara a favor del candidato del PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya.
También dicen que “gente cercana” al candidato del PRI-Partido Verde, José Antonio Meade, buscó a la firma especializada en el uso de la información como arma psicológica “pero él no quiso” contratar a la firma. Ambos candidatos se han deslindado públicamente de la empresa.
Algunos más atribuyen al yerno de Trump, Jared Kushner, su desembarco en México a través de su amigo, el secretario de Relaciones Exteriores en México, Luis Videgeray.
En noviembre pasado, el candidato de la alianza Morena-Partido Encuentro Social, Andrés Manuel López Obrador, dijo que la compañía estaba en México. No dio mayor referencia, excepto la de señalar que el empresario Claudio X. González la había contratado para hacerle guerra sucia.
El señalamiento no tuvo ninguna repercusión y los ingleses mantuvieron su actuación en el país. Su reclutadora en México, al menos para las nueve elecciones para gobernador de este año, fue Arielle Dale Karro, quien ha aparecido en eventos públicos con el presidente del Senado, el panista Ernesto Cordero, exsecretario de Hacienda de Felipe Calderón y promotor de la candidatura independiente de Margarita Zavala. ¿Qué candidatos a gobernador entraron en contacto con la empresa o sus intermediarios?
Además de abrir una oficina en la Ciudad de México, Cambridge Analytica adquirió tecnología con empresas israelíes asentadas en México y operó mediante fachadas y subcontratación de servicios.
En una de las presuntas empresas fachadas, Mowisat, dedicada oficialmente a promover la banca electrónica en las comunidades rurales, participa Ulises de la Garza Valdés, quien trabajó en el gobierno de Calderón como oficial mayor del DIF y director general del Patrimonio de la Beneficencia Pública de la Secretaría de Salud, de acuerdo a información publicada en enero por El Financiero Blommberg.
Lo que parece es que muchos querían entrar en contacto con Cambridge Analytica, aunque ahora todos esconden su relación con la empresa que mediante el uso de las “armas de información” llevó a Trump a la presidencia de Estados Unidos.
@jorgecarrascoa
Fuente: Apro