El incremento de la violencia y la inacción del estado, ha generado el florecimiento de policías comunitarias, pero a la par, contratados por el Gobierno, municipios, empresarios o el crimen organizado en Veracruz operan camuflados paramilitares armados que “sólo generarán más violencia”, según dijo a la revista digital ERA en criminólogo Edgardo Buscaglia.
ROSALÍA HERNÁNDEZ
En las sierras de Huayacocotla, Zongolica, Acultzingo y Ciudad Mendoza en Veracruz han nacido y proliferado policías municipales, pero a la par, operan camuflados grupos paramilitares, que de acuerdo al experto en seguridad, Edgardo Buscaglia, sólo incrementarán la espiral de violencia.
El investigador de la Universidad de Columbia y presidente del Instituto de Acción Ciudadana, hace una clara división de las policías comunitarias y de grupos paramilitares.
“Las policías comunitarias o grupos de autodefensa son formaciones sociales beneficiosas, genuinas que operan sin compensación monetaria en la medida que surgen como demanda de la población. Se encargan de prevenir el delito, a través de técnicas defensivas, y eso ocurre en las montañas de Sinaloa, Guerrero, en algunas comunidades indígenas de México y Guatemala; así como en tribus de Norteamérica y Canadá”, explica.
Sin embargo, continúa, lo que sucede desde hace varias años en México, como lo ha mencionado desde el 2010, es la formación de grupos armados con cuatro características principales: son contratados y reciben una paga, ya sea por los gobiernos de los tres órdenes, empresarios o grupos criminales; llevan armas largas, desde AK-47 hacia arriba, no sólo se dedican a prevenir el delito, sino que rastrillan el territorio de grupos adversarios a los que los contratan y tienen rangos y jerarquía militar.
“Eso es paramilitarismo, no es autodefensa, muchos de estos grupos se llaman a sí mismos policías comunitarias cuando no lo son, porque de esa manera se pintan mejor y no generan rechazo del estado”, precisa.
En Veracruz y el país había 170 grupos paramilitares en 2010
El investigador de Columbia y presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México, indica que de acuerdo a un estudio realizado en 2010 se encontraron 170 grupos paramilitares en el país, muchos de los cuales, contratan a policías municipales para realizar tareas extrajudiciales.
Respecto a Veracruz, indicó que el estudio señaló los municipios de Xalapa y el Puerto, “incluso se mencionaba que la Marina coordinaba con ellos. Cuando eran contratados por gobiernos municipales, se autoidentificaban como grupos paralelos al estado para no ser eliminados”.
Buscaglia destaca que estos grupos paramilitares son requeridos por gobiernos estatales o municipales, empresarios o crimen organizado para hacer tareas defensivas fuera de la ley como limpiar regiones de grupos adversarios, con naturaleza ofensiva.
QUIÉNES FORMAN LOS GRUPOS PARAMILITARES
El investigador y también catedrático de la UNAM precisó que grupos de extranjeros provenientes de Texas, Oklahoma, Sudáfrica o mexicanos jóvenes de clases bajas y sin oportunidades son reclutados para formar parte de tropas paramilitares.
“México tiene un incremento exponencial de grupos paramilitares, eufemísticamente llamados policías comunitarias o de autodefensa que son identificables por su armamento, provisto por la delincuencia organizada; con rangos, contratados y limpiando territorios”, señaló.
Para Edgardo Buscaglia las policías comunitarias no tienen riesgo de convertirse en grupos paramilitares. “Son grupos de ancianos, de gente con prestigio en las comunidades indígenas que previenen el delito y dirimen disputas. Operan hace décadas y no son paramilitares, al contrario deben ser apoyada por el estado”, subrayó.
El académico es muy enfático en señalar que sociedad, periodistas y gobiernos para hacer esta división, no deben fijarse en cómo se llaman estos grupos, sino en cómo operan: armas, rangos, pagados y haciendo limpieza de territorios. Aclaró que el paramilitarismo no tiene ideología ni de derecha ni de izquierda y no tiene que estar necesariamente relacionados con el narcotráfico: secuestran, roban, extorsionan.
Debilidad del Estado, causa de paramilitarismo
La debilidad del estado, que se expresa en fenómenos como la falta de controles judiciales, criminales y patrimoniales, es la causa de la proliferación de grupos paramilitares en México y en cualquier país donde se ha presentado este fenómeno.
“Ya sea por demanda de funcionarios que quieren mostrar que el estado donde gobiernan ha sido limpiado, por empresarios desesperados para que no los asesinen o los grupos criminales que buscan limpiar territorios, el paramilitarismo se produce en un estado débil y ausente en muchas partes del país y México lo es”, señala.
Para el investigador de Columbia y presidente del Instituto de Acción Ciudadana la única solución para frenar la proliferación de estos grupos es fortalecer los controles del estado. “El paramilitarismo es un reflejo de la corrupción del poder político y de la corrupción en un país. Cuando el estado se debilita el paramilitarismo surge, lo que traerá aún más violencia”.
La Huasteca, Zongolica, Ciudad Mendoza y Acultzingo
La Guardia Civil Huasteca en Tantoyuca fue el primer grupo de autodefensa que se dio a conocer en Veracruz, mediante una carta pública enviada al presidente Felipe Calderón y al gobernador Javier Duarte, manifestaron las razones de su creación:
“Tenemos que estar armados al margen de la Ley (…) es preferible que llenemos los reclusorios de Pánuco, Ozuluama, Chicontepec, Tantoyuca y Tuxpan o el mismo cuartel si así lo quieren, que llenar los cementerios o las fosas clandestinas que tienen los secuestradores para los cadáveres de quienes no pagan el secuestro”.
La Guardia Civil Huasteca inició su formación durante las primeras dos semanas de septiembre de 2012 cuando el pueblo de la zona norte se cansó. Convocaron a una asamblea, a la que llegaron con cuchillos cebolleros, pistolas y rifles. Los que pudieron se reunieron el mercado de Tantoyuca, otros en las comunidades y así surgió el movimiento para enfrentar a los grupos armados para tratar de contener la violencia en el norte del estado de Veracruz.
(http://revistaera.com/index.php/la-autodefensa-alternativa-a-la-inseguridad)
La Guardia Civil Huasteca fue el detonante de estos grupos. Poco después el Presidente del Consejo de Participación Ciudadana de la Procuraduría General de la República (PGR), Arturo Mattielo Canales, dijo tener informes de una nueva policía comunitaria en Ciudad Mendoza, Acultzingo, así como en los linderos de Tamaulipas, una de las regiones más violentas e inestables del país.
Lo mismo hizo el diputado por el distrito de Zongolica, Oswaldo Marrón Luquez quien confirmó la presencia de policías comunitarias en esa región e incluso pidió adiestramiento por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para el manejo de armas.
“Casi todas las comunidades tienen su policía municipal. Está implementado por los propios residentes que hacen esta policía y que son los que vigilan. Son voluntarios, no tienen un salario y ellos son los que están al pendiente… esta policía siempre ha existido; se les llama policías, no portan ningún arma, prácticamente se dedican a cuidar a la población. No hay nada malo”.
En Veracruz, el Gobierno del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública han negado la existencia de grupos de autodefensa o policías comunitarias. Sin embargo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong aceptó la presencia de estos grupos de autodefensa en los estados de Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Chiapas y Veracruz.
No obstante, el florecimiento de estas policías comunitarias es cada vez más notable. De acuerdo, a la revista Proceso, estos grupos de autodefensa se encuentran en nueve estados, una tercera parte del país: Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Estado de México, Oaxaca, Veracruz, Chihuahua y Tlaxcala.
Fuente: Era.com
