El huracán Florence, que amenaza la costa sureste de Estados Unidos, se degradó a categoría 2 la noche de este miércoles, sin embargo, las autoridades aún lo consideran como una tormenta peligrosa. Florence ha perdido fuerza, pasando de la categoría 4 a 2 en menos de 24 horas.
Cerca de las 11:00 horas locales, la tormenta ubicada a 455 kilómetros al sudeste de Wilmington, Carolina del Norte, avanzaba a 28 kilómetros por hora con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que se espera que la tormenta provoque una oleada de precipitaciones potencialmente mortales para ambas Carolinas a medida que se aproxima a la costa, donde se tiene previsto toque tierra el jueves por la noche.
El huracán ha puesto en alerta a más de 10 millones de personas, a lo largo de cinco estados, por la incertidumbre en su trayectoria en la franja sureste del país.
Los nuevos pronósticos revelaron este miércoles que la amenaza se concentraría más al sur, por lo que el Gobernador de Georgia se unió a sus contrapartes de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur para declarar estado de emergencia.
Hay 5.25 millones de habitantes en las zonas en las que se emitieron alertas o avisos de huracán, y 4,9 millones de personas más residen en zonas bajo alertas y avisos de tormenta tropical, indicó el Servicio Nacional de Meteorología.
Duke Energy, la segunda empresa más grande del país, aseguró que el fenómeno podría dejar sin electricidad a tres cuartas partes de sus 4 millones de clientes en ambas Carolinas, y que los apagones podrían durar una semana.