Por Antonio Gershenson
El director general de Pemex, lo mismo que otros altos funcionarios de la misma entidad, vuelve a señalar que se va a obtener petróleo de las aguas profundas. También se repiten las virtudes del gas de lutita o de shale, aunque han sido muy caros y su producción, en el primer caso, totalmente nula, y mínima la segunda, además de bastante sucia y agotadora de agua. Y hablan también de Chicontepec.
Hace más de 10 años, a principios del gobierno antepasado, se presentó al petróleo de aguas profundas como algo milagroso. Sin embargo, en estos más de 10 años, de las aguas profundas de México no ha salido ni una sola gota de petróleo, aunque sí se ha derrochado dinero a lo loco. Esa debe ser una causa: el dineral, porque no es fácil que se gaste muchísimo dinero sin obtener ni una gota de petróleo.
Del agua profunda, incluso a más de mil metros de profundidad, se hablaba de 15 años para empezar a producir. Ahora incluso ese plazo está en duda, si hablamos desde el principio. Es carísimo el asunto, porque además las costas –y ya no digamos los muelles– están muy lejos. Se ha estimado el costo de la perforación en aguas profundas en 10 veces más que la perforación normal.
Trataremos de mostrar cómo los jefes de las Aguas Profundas presumen de su trabajo. Dos perforaciones, Trion-1 y Supremos-1 otorgan mayor certidumbre a los recursos prospectivos del proyecto Área Perdido. Estamos ante una gran tabla de valores que tiene primero tres columnas de reservas, probadas, posibles y probables. Luego vienen otras dos columnas Recursos Prospectivos. Esto quiere decir que los prospectivos no son reservas, que estaban en las tres columnas. Y los recursos de agua profundas, entonces, no son verdaderos recursos y menos aún probados.
Luego hablan de reservas descubiertas –pero 3P– o sea que incluyen hasta las posibles, las cuales incluyen las que tienen 10 por ciento de probabilidad de existir. Hasta el momento, la gran mayorías de esas dudosas reservas son de gas natural. Y no son tan fáciles de extraer.
De su famosa profundidad, hay que sacar el gas en tubería, hasta los lejanos almacenamientos. ¿Quince años? Es posible, pero no es seguro.
Hay una posibilidad que puede frenar este glorioso proceso: ¿Cuál será el precio del gas natural en ese momento? ¿Y cuál será el costo de todo este proceso de producción, desde el gasto que ya se hizo durante más de 10 años?
El dinero que se gastó, según Pemex, la inversión total de 2002 a 2011, fue de 49 mil millones de pesos. Y por esta cantidad no se obtuvo hasta el momento nada de gas natural ni menos aún ni una gota de petróleo.
Vamos a darnos una idea de la precisión de las precisiones de jefes de Pemex en aguas profundas. Son 21 pozos en total y la mitad falló totalmente. El que tiene más recursos prospectivos, el CP Perdido, tiene entre 100 y 600 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. ¿Mucha precisión, no?
Uno menor, Temoa, tiene entre 20 y 270 barriles. Más de diez veces de diferencia entre una y otra posibilidades.
Todos son recursos prospectivos, o sea que ninguno tiene ni reservas reales ni menos aún producción real.
Hasta aquí llegamos con las aguas profundas. Nos referimos de manera breve a los otros aspectos a los que se refirió el director de Pemex.
Ya hemos hablado de Chicontepec. Mencionamos sólo dos, que refutan a los funcionarios. El programa de este sitio para producción de petróleo fue de 79 mil barriles en enero, y subir hasta diciembre para105 mil barriles. La realidad fue lo contrario. Con un similar inicio, cayó a 65 mil barriles en julio. El programa para ese mes debía ser 96 mil barriles, por lo que la producción bajó frente a lo programado en 68 por ciento.
Otro ejemplo. En Chicontepec, en promedio se producen 27 barriles diarios por pozo. En varias partes del sudoeste, hay pozos que producen miles de barriles diarios, y el costo de producción es mucho menor.
El otro caso del que nos ocupamos brevemente, el del gas de lutita o del shale. Se derrocha agua, ensucia en serio, y los pozos duran muy poco produciendo. Se quiere poner como ejemplo a Estados Unidos, pese a que en ese país hay numerosos problemas con la población, con el agua y con el ambiente. Se quiere poner como ejemplo a ese país también en las aguas profundas, aunque ahí sí aumentó su producción.
Sin embargo, copiando a las aguas profundas que en Estados Unidos sí funcionaron y aquí acabamos en el desastre que ha sido en México, no quiere decir que copiando a la lutita en ese país vamos a producir mucho.
¿Por qué no seguimos nuestros propios ejemplos, los mejores de Pemex? Está por concluirse el pozo Xux 1DL, cuando los pozos de Tsimin, Kinbé y otros son muy productivos en esa misma área. Es muy posible que el nuevo Xux lo sea también.
Fuente: La Jornada