El presidente Barack Obama condenó hoy el asesinato del embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, y otros tres funcionarios diplomáticos de ese país, durante un ataque contra el consulado en Benghasi y advirtió que se hará justicia. De inmediato, el parlamento libio ofreció una disculpa a Estados Unidos y atribuyó la agresión a los partidarios del extinto Muamar Gadafi.
El mandatario rindió tributo a Stevens y a sus colegas que murieron cuando islamistas libios asaltaron la sede en protesta por una película realizada en Estados Unidos que insulta al Islam y al profeta Mahoma, informó hoy el diario USA Today.
El embajador viajó ayer a Benghasi desde Trípoli. Dos de los fallecidos eran infantes de marina a cargo de la seguridad del consulado.
Tanto los cadáveres como los trabajadores de la misión diplomática fueron trasladados a la capital libia.
Un ataque similar tuvo lugar contra la sede diplomática de Washington en El Cairo, Egipto.
A su vez, el Parlamento de Libia ofreció disculpas a Estados Unidos por el ataque contra su consulado en Bengazi, en el que murió su embajador, mientras el viceministro libio del Interior, Wani al Sharif, atribuyó el ataque a partidarios de Muamar Gadafi.
“Pedimos disculpas a Estados Unidos, al pueblo y a todo el mundo por lo que ocurrió”, declaró el presidente de la Asamblea Nacional Libia (Parlamento), Mohamed Magarief, en rueda de prensa transmitida en vivo por la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
La secretaria de Estado Hillary Clinton condenó el hecho en los términos más fuertes, y criticó los intentos de justificar el acto de violencia. Señaló que su país deplora cualquier esfuerzo intencional de denigrar las creencias religiosas de otros.
El candidato presidencial republicano Mitt Romney reprochó la reacción del gobierno de Obama ante los ataques contra las misiones diplomáticas.
Romney expresó su indignación por la muerte del funcionario y dijo que resulta desafortunado que la primera respuesta del gobierno de Obama no fuera condenar los asaltos a las sedes, sino simpatizar con aquellos que los realizaron.
Antes de ser nombrado embajador, Stevens fue representante especial de Washington ante el llamado Consejo Nacional de Transición libio, de marzo a noviembre de 2011, durante la ola subversiva apoyada por Estados Unidos y sus aliados que culminó con el asesinato del líder libio Muamar El Gaddafi.
Anteriormente sirvió como subjefe de la misión diplomática en Trípoli entre 2007 y 2009. También cumplió misiones como consejero político en las embajadas de Estados Unidos en Jerusalén, Damasco y El Cairo.
Fuente: Prensa Latina/ RTVE