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Un ex agente del servicio de inteligencia de Ecuador, Luis Raúl Chicaiza, solicitó refugio en Argentina,y denunció que en su país recibió presiones y amenazas para involucrar al ex presidente Rafael Correa (2007-207) en el caso del presunto secuestro del dirigente opositor Fernando Balda en 2012, lo que fue utilizado para armar una causa falsa y dictar una orden de prisión contra el ex mandatario .
En esta conspiración para acusar a Correa participaba activamente el actual presidente del Ecuador, Lenín Moreno, quien fue titular del Consejo de Participación Ciudadana y traicionó a esta organización política y al programa de la misma que votó el pueblo ecuatoriano masivamente, en lo que podría considerarse un “golpe de Estado post electoral”. De acuerdo al agente Chicaiza, fue Moreno quien preparó junto a Balda la narrativa del falso secuestro, amenazándolo a él con enviarlo 9 años preso, si no se involucraba.
En una conferencia de prensa virtual desde Argentina, Chicaiza aseguró que de esta manera se vio forzado a acusar al ahora candidato a vicepresidente de Ecuador para evitar los nueve años de cárcel. También denunció que, a pesar de cumplir su condena, nunca recibió la asistencia correspondiente al programa de protección de testigos. Sostuvo que su vida ha corrido riesgo, que ha tenido tres atentados de bala y un accidente de tránsito. Para urdir este caso “nos sacaban de los centros de reclusión social intempestivamente y trataban de que se involucrara a altos mandos jerárquicos y a Rafael Correa”.
Es necesario que Ecuador conozca quién es Balda. “Este pseudo-activista ha manejado a la justicia a su antojo bajo el mando de Lenín Moreno”, manifestó Chicaiza. Hasta hace pocos días, Balda seguía firme en ser candidato presidencial, pero finalmente decidió postularse a la Asamblea Nacional de Ecuador.
Balda, quien se refugió en Colombia a fines de la década pasada, denunció que el 13 de agosto de 2012, tras despedirse de Chicaiza en una calle de Bogotá, fue obligado a subir a un vehículo, pero un taxista vio el supuesto secuestro, y dio aviso a la policía. Tras una persecución, lo secuestradores dejaron libre a Balda, según versiones del ex asambleísta crítico de Correa.
Tras cumplir la pena que se le impuso por “participar” en el secuestro de Balda, en julio de 2019, Chicaiza quedó en libertad bajo el programa de protección de testigos de la Fiscalía, pero no se le brindó la protección requerida que solicitó en cartas dirigidas a Lenín Moreno, a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, y a la fiscal General Diana Salazar.
En agosto pasado solicitó refugio en Argentina. Entre las ofertas que le habían hecho para involucrar a Correa en el intento de secuestro, la justicia le prometió “seguridad, reinserción laboral y cargos públicos para mis familiares”, pero no cumplieron con ninguna.
La justicia ecuatoriana imputó a Correa en base al testimonio del ex agente que es la única prueba. “Somos los chivos expiatorios de la justicia para alcanzar fines políticos. Si tuviéramos una justicia independiente tendríamos que averiguar qué hacía Fernando Balda en Colombia”.
Fuente: La Jornada