Los regidores que fueron acusados por Cuauhtémoc Blanco, alcalde electo de esta capital, de estar boicoteando su labor, aseguraron que la carta al presidente Enrique Peña Nieto y otros señalamientos hechos en las últimas semanas son parte de una campaña para encubrir modificaciones a la normatividad municipal y delegar sus funciones como presidente municipal.
En rueda de prensa, los ediles salientes Víctor Iván Saucedo Tapia, Juan Jaramillo Frikas, Romualdo Salgado Valle, del PRI; Jesús Valdemar Castañeda Trujillo y Fernando Hidalgo Galicia, del PAN; Gisela Cárdenas Hernández y Pablo André Gordillo Oliveros, del Verde Ecologista; Dulce María Arias Ataide, del PRD, y Marco Antonio Valdín Pasaflores, del Movimiento Ciudadano (MC), no descartaron la posibilidad de iniciar una acción legal en contra del alcalde entrante.
Saucedo Tapia aseguró que Blanco Bravo presentó al cabildo una iniciativa de reforma que “pretende conceder las facultades del alcalde a un allegado para que él (Cuauhtémoc) se ausente el tiempo que sea necesario”. Sin embargo los regidores, que rechazaron de entrada la propuesta, dijeron que la idea “es improcedente”.
Anunciaron que valoran la posibilidad de emprender una acción legal en contra de Blanco Bravo por las acusaciones “sin fundamento” que el exdelantero del futbol mexicano formulara en su contra en una carta dirigida a Peña Nieto, hecha pública a principios de esta semana, en la que señala que son parte de una conspiración para boicotear su gobierno, aun antes de iniciar.
De acuerdo con los regidores, así como Cuauhtémoc Blanco se ausentó varios meses luego de ganar la elección el 7 de junio pasado, pretende aplicar la misma fórmula a partir del 1 de enero, cuando tomará posesión; y para ello se crearía esta supuesta “subsecretaría municipal” que se hiciera responsable del gobierno por las constantes ausencias del exfutbolista.
Así, sería Roberto Yáñez Moreno, exdiputado local del Partido Social Demócrata, hermano de Julio, actual legislador, ambos señalados de estar detrás de la candidatura de Cuauhtémoc Blanco, quien asumiría las facultades del gobierno, pero además “los negocios que podrían derivarse de la administración”, sostuvieron.
La carta
El domingo por la noche se hizo pública una carta enviada a Peña Nieto, en la que el ‘Cuau’ denuncia una conspiración contra su administración, aun antes de iniciar, a través de un grupo de nueve regidores “esquiroles” y “traidores” del cabildo saliente de PRI, PAN, PRD, Verde y MC, quienes servirían de instrumento de los intereses del gobierno del estado.
En la misiva, Blanco Bravo acusó al gobernador Graco Ramírez Garrido, quien pretende “por todos los medios posibles y sin algún argumento de un verdadero interés ciudadano, llevar a cabo de manera sorpresiva cambios en el Reglamento de Gobierno Municipal, con el único objetivo de quitar toda la autoridad al presidente municipal entrante”.
En la supuesta conspiración, además de los regidores señalados y del gobernador perredista, estarían involucrados el dirigente estatal del PRD, hijastro del mandatario, Rodrigo Gayosso Cepeda; el exalcalde de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, y el diputado local de MC, Jaime Álvarez Cisneros.
Exentó de esta conspiración al alcalde priista saliente Jorge Morales Barud, “a quien reconozco como un hombre respetuoso y quien ha realizado una labor positiva al frente de la administración, sobre todo por el manejo de los recursos económicos al disminuir la deuda que le heredó su antecesor, Manuel Martínez Garrigós”.
También advirtió que a 10 días de asumir el cargo, los regidores estarían realizando reuniones clandestinas para aplicar un “madruguete” y “cambiar el Reglamento de Gobierno Municipal” por una “encomienda gubernamental” y porque “pudieran estar siendo beneficiados económicamente con una cifra millonaria y que a muchos de ellos les dejará beneficios personales, como en el caso de la recolección, manejo y disposición de la basura, negocios particulares y la impunidad en los próximos años sobre su manera corrupta y ladrona que desarrollaron en los tres años como representantes populares”.
Blanco sostiene que esta “conspiración” tiene como objetivo “que Cuernavaca viva un escenario de crisis, donde los únicos beneficiados sigan siendo ellos por intereses políticos y personales, así como a favor de personajes polémicos de la política de Morelos que simplemente le están causando mucho daño a la ciudad y quieren seguir saqueando a Cuernavaca”, en alusión a Martínez Garrigós y al hijastro de Graco, Rodrigo Gayosso, quien se desempeñara en la administración municipal del priista como secretario general.
Martínez Garrigós ha sido señalado de ser el responsable de una deuda por mil 200 millones de pesos durante su administración de 2009 a 2012. Hace unos días, confirmó los rumores de que estuvo apoyando la campaña electoral de Cuauhtémoc Blanco. En una entrevista con El Universal, del 10 de diciembre, el exedil señaló que “técnicamente yo hice ganar a Cuauhtémoc” Blanco, pues aseguró que coordinó “el cuarto de guerra” y la estrategia “pie-tierra”, la “estructura” que hizo ganar al exseleccionado.
Blanco Bravo no respondió a esos dichos, sin embargo, en su carta al presidente Peña Nieto señaló que “Martínez Garrigós, exalcalde de Cuernavaca, quiere impunidad y sólo lo consigue a través de la compra de regidores y tal parece que ya les llegó al precio. Es lamentable, señor presidente, que los actuales regidores de Cuernavaca en mención estén trabajando horas extra para atender un tema que jamás propusieron en tres años, nunca se les había visto interesados en el ayuntamiento porque estaban saqueando a Cuernavaca y jamás se les vio trabajar por los ciudadanos y por resolverles las verdaderas necesidades que tienen”.
Y fue más allá al hablar de la posibilidad de “un atentado” el viernes 1 de enero, cuando asuma el cargo, por lo que “estoy valorando el formato de mi toma de protesta para proteger a los ciudadanos que me apoyan y que querrán acompañarme, sin embargo, no voy a poner en riesgo la seguridad e integridad física de los ciudadanos porque estos traidores regidores están dispuestos a todo, e incluso a atentar en contra de los ciudadanos porque desean seguir siendo parte de la corrupción y quieren mantenerse robando el dinero del pueblo”.
Respuesta del gobierno de Graco
Además de los regidores, el gobierno del estado respondió a la carta del ‘Cuau’ en un boletín de prensa, donde hizo “un llamado al diálogo, la prudencia, la seriedad y la concordia”, y “rechaza contundentemente estar detrás de una supuesta iniciativa para transformar reglamentos municipales”, como la que infiere Blanco en su carta a Peña Nieto.
Dice que “es absolutamente respetuoso de las leyes que rigen a los distintos ordenes de gobierno, cada uno en el ámbito de su competencia (…) tiene como norma y como vocación el uso de la política y del diálogo como únicas herramientas para dirimir las diferencias entre los diversos actores del acontecer estatal”.
También aduce la necesidad de que exista “plena coordinación entre los tres órdenes de gobierno más allá de las diferencias partidistas”, y además, reitera “su voluntad para trabajar con gobiernos emanados de distintas procedencias partidarias. Así lo hemos hecho y así lo seguiremos haciendo”. Finalmente, habla de que el gobierno tiene claro de “que, por encima de cualquier división, está el interés general de la ciudadanía (y) reitera su vocación republicana y democrática. El gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu ha instruido a los miembros de su gabinete para que trabajen coordinadamente con los ayuntamientos que habrán de iniciar funciones el próximo 1 de enero”.