El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, tildó ayer de “golpistas” y “conspiradores” a los grupos indígenas y sindicales que protestan contra el aumento de los combustibles, al dirigirse a varios miles de simpatizantes reunidos frente al Palacio de Carondelet, en Quito.
Horas más tarde, con banderas blancas y rojas, el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT), el gremio más grande del país, marchó por las calles de Quito para llevar una propuesta de nuevo Código de Trabajo a la Asamblea, en oposición a una iniciativa de Lasso que se apresta a generar nuevas condiciones laborales más estrictas, sin que se reportaran incidentes a pesar del estado de excepción decretado por Lasso el lunes pasado.
Ángel Sánchez, presidente del FUT, aseguró que esta propuesta tiene 429 artículos y está dividida en cinco secciones con la finalidad de beneficiar todos los trabajadores. La mayoritaria Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador y sindicatos planean movilizaciones contra el alza progresiva de precios de combustibles en los próximos días.
Lasso salió al balcón presidencial para decir a sus seguidores congregados en la colonial Plaza Grande: “esta mano seguirá extendida para un diálogo democrático, pero si tenemos que empuñar con fuerza la Constitución para enfrentar a los golpistas lo haremos con decisión, con talante y sin miedo”.
Al grito de “Lasso presidente”, la multitud le mostró su apoyo con consignas, música, y agitando banderas ecuatorianas luego de que decretó el estado de excepción por 60 días, y movilizó policías y militares para enfrentar la violencia vinculada al narcotráfico.
La marcha oficialista fue convocada luego de que el lunes pasado sindicalistas, agricultores e indígenas se manifestaron en varias partes del país en rechazo a la política económica de Lasso, de manera especial contra los incrementos mensuales del precio de los combustibles. En casi tres años, el galón de gasolina corriente subió de 1.48 a 2.50 dólares.
El presidente llamó al diálogo con la Asamblea Nacional para discutir proyectos de ley encaminados hacia la reactivación de la economía. “Que los conspiradores nos dejen trabajar para hacer realidad el sueño de todos los ecuatorianos” y reactivar la economía, sostuvo.
Las actuales movilizaciones evocan las protestas de octubre de 2019, cuando decenas de miles de indígenas protagonizaron por casi dos semanas manifestaciones en rechazo al aumento al precio de la gasolina, que dejaron 11 muertos, saqueos, destrucción de parques, vandalismo al edificio de la Asamblea y el incendio del edificio de la Contraloría. El entonces mandatario Lenín Moreno dio marcha atrás al incremento.
En alusión a estas protestas, Lasso declaró: “juntos vamos a defender a Quito de aquellos que les gusta la violencia, de quieren pretenden incendiar edificios públicos, secuestrar a policías y periodistas. Aquí está el pueblo ecuatoriano para decirles que no lo vamos a permitir”.
En otro orden, el presidente envió una carta a la Comisión de Garantías Constitucionales, que indaga su caso de evasión fiscal publicado en la investigación de los Papeles de Pandora, para que acuda al Palacio de Carondelet a tomarle declaración sobre el caso.
El mandatario se negó a ir al Congreso, dominado por la oposición, a dar su versión sobre el caso, con el argumento de que tiene “pleno derecho” de conocer las declaraciones del resto de personas citadas antes de dar su testimonio. La esposa y un hijo del mandatario tampoco acudirán a testificar porque no son funcionarios.
Lasso controló 14 sociedades offshore, la mayoría en Panamá, y las cerró después de que el ex mandatario Rafael Correa (2007-2017) aprobó una ley en 2017 que prohibía a los aspirantes presidenciales tener empresas en paraísos fiscales, según los Papeles de Pandora.
Por otro lado, la justicia de Ecuador sentenció a tres años de prisión por abuso sexual al ex defensor del Pueblo Freddy Carrión.
Fuente: AFP/ AP/ Sputnik