Acusa Assange espionaje extrajudicial de EU en Londres

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El periodista y activista australiano Julian Assange señaló a Estados Unidos como el responsable del espionaje y vigilancia ilegal a la que fue sometido durante su estancia en la Embajada de Ecuador en Londres, donde fue grabado y escuchado sin autorización. El fundador de Wikileaks compareció vía videoconferencia ante la Audiencia Nacional de España, donde hay abierta una investigación sobre el espionaje ilegal al que fue sometido.

Assange, que saltó a la escena política internacional con la filtración de centenares de miles de documentos clasificados a través de su plataforma Wikileaks, tuvo que pedir asilo político en la Embajada de Ecuador en Londres en junio de 2012. Tras la revelación de los secretos oficiales se había desatado una persecución en su contra, sobre todo desde los servicios de inteligencia estadunidense, pero el entonces gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa le concedió el asilo político y años después la nacionalidad. Ahí permaneció recluido hasta abril pasado, cuando el actual gobierno de Ecuador, de Lenin Moreno, le retiró el asilo político y la nacionalidad, con lo que la policía británica ejecutó de inmediato la orden de detención en su contra.

De hecho, la comparecencia ante la justicia española se realizó desde la prisión londinense en la que está recluido desde entonces, a petición del gobierno de Estado Unidos que reclama su extradición por la revelación de secretos oficiales. Assange compareció ante el juez español José de la Mata, que tiene abierta una investigación sobre el espionaje a que fue sometido precisamente durante sus años de reclusión en la embajada ecuatoriana y según la información y testimonios que han recabado fue sometido a un exigente espionaje, sobre todo grabando de forma extrajudicial las conversaciones con sus abogados. De hecho uno de los argumentos que presenta la defensa de Assange para que se rechace su extradición es precisamente que se vulneraron sus garantías como preso y ciudadano al ser espiado en las conversaciones privadas con sus abogados.

Durante su declaración, Assange señaló a la empresa española Undercover Global como la cómplice del espionaje, al haber sido la responsable de la seguridad privada de la Embajada, de hecho su propietario, David Morales, fue detenido en septiembre y posteriormente puesto en libertad con medidas cautelares.

Ante De la Mata, según ha explicado su abogado Aitor Martínez, Assange afirmó que “desconocía absolutamente” que las cámaras de la embajada grabasen audio o que hubiese micrófonos ocultos en lugares como la base de los extintores. “Ha confirmado que ha sido sujeto absolutamente pasivo de intromisión ilegítima que habría sido eventualmente coordinada por Estados Unidos”. Además advirtió que sospechaba de que le vigilaban y que por eso mantenía reuniones en lugares inusuales de la Embajada ecuatoriana, como los baños o habitaciones cerradas.

Su abogado también informó que Assange se encuentra “en un estado muy precario de salud” tras los años transcurridos desde que se refugió en la legación diplomática ecuatoriana y ahora en la prisión londinense, pero que confía en que la justicia española aclare el espionaje al que fue sometido bajo la supuesta coordinación de Estados Unidos.

Desde que se inició el proceso, la policía española rastreó la pista de la citada empresa, Undercover Global, que está acusada de delitos contra la intimidad y el secreto de las comunicaciones abogado-cliente, así como de blanqueo de capitales. Según la querella, el propietario de Undercover llegó a encargar a su personal que robara el pañal de un bebé que visitaba “regularmente a Assange” para hacer una prueba de ADN de las heces del niño y averiguar si era hijo del activista, aunque la iniciativa se frustró porque trabajadores de la compañía “alertaron a la madre para que el menor no volviera a la legación diplomática”.

Undercover Global se hizo cargo de la seguridad en la embajada de Ecuador en Londres entre 2015 y 2018, periodo en el que Morales supuestamente “experimentó un incremento patrimonial notable”.En un principio, la seguridad, que fue subcontratada a su empresa, consistía en un circuito cerrado de cámaras sin sonido, pero, tras varios viajes a EEUU, Morales pidió a un grupo de empleados que se instalaran cámaras con audio y con posibilidad de acceder a las grabaciones en tiempo real; y micrófonos ocultos para captar reuniones confidenciales de Assange.

En los últimos días, diversos colectivos de periodistas y médicos han expresado su preocupación por las condiciones en las que se encuentro el activista australiano, reclamando además de su liberación que cese ya la persecución en su contra.

Fuente: La Jornada

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