La más destacada de las cinco activistas chinas por los derechos de la mujer que fueron liberadas recientemente siente que su dedicación a la causa es ahora más fuerte, después de pasar 37 días detenida con interrogadores que le arrojaron humo de cigarrillo en la cara y la insultaron por su orientación sexual, dijeron su pareja y su abogado.
Por Didi Tanga y Jack Chang/ AP
Li Tingting, de 25 años y lesbiana reconocida que hace campaña por los asuntos de las mujeres, estuvo en el centro de un movimiento internacional de condena por la detención de las activistas a manos de autoridades chinas.
Su novia, que habló con la The Associated Press a condición de ser identificada solo por su nombre en inglés, Teresa, transmitió las opiniones de Li por primera vez tras salir de una cárcel de Beijing el lunes pasado, bajo libertad condicional. Teresa habló en presencia del abogado de Li, Wang Yu, quien ratificó las declaraciones.
“‘El feminismo está en mi alma'”, dijo Teresa, citando a Li. “‘Pensé mucho y llegué a la conclusión de que lo que hago no puede estar mal. Mis ideas son más firmes. El feminismo es inseparable de mí'”, agregó.
Li y otras cuatro mujeres, de entre 25 y 32 años de edad, fueron detenidas como parte de una investigación penal por sus planes para repartir pegatinas y panfletos en los que denunciaron acoso sexual, en un caso que refleja la desconfianza que genera entre las autoridades chinas cualquier intento de grupos ajenos al control del gobernante Partido Comunista por organizar acciones civiles.
Conocidas por sus coloridas protestas de alto perfil -desde sentadas por la paridad a teatro callejero denunciando el abuso conyugal- las cinco mujeres atrajeron en los últimos años un interés inusitado fuera del país.
Gobiernos extranjeros, grupos de derechos humanos y figuras importantes como la aspirante demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton, criticaron las detenciones, calificándolas de reacción exagerada de un gobierno chino represivo e instaron a las autoridades a retirar la investigación contra las mujeres.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió diciendo que las detenciones son un asunto interno que se manejó de acuerdo con la ley y pidió a los países extranjeros que no interfieran.
Las cinco activistas quedaron en libertad, pero permanecen bajo investigación y se les ha pedido que no viajen fuera de sus ciudades de origen ni se reúnan con periodistas.
Los reporteros de AP viajaron a Hongtongying, al pueblo natal de Li, que es una comunidad de campos de trigo y sauces en las afueras de Beijing, pero fueron seguidos por vehículos no identificados.
En un sitio cercano, los periodistas pudieron ver a Li con Teresa, mientras caminaban tomadas del brazo, de una casa de té a un hospital, pero no pudieron entrevistar a Li.
Su novia y el abogado dijeron que Li acataría las órdenes de los funcionarios de seguridad del Estado de no conceder entrevistas. Sin embargo, ellos emitieron una declaración escrita por Li en la que ella declaró su inocencia.
“Lo que he hecho no provoca problemas, pues es una defensa leve que no equivale a delito alguno”, escribió Li. “Exijo a la policía que deseche el caso de inmediato, elimine las restricciones coercitivas contra mí y me declaren inocente”.
El abogado dijo que la demanda de que Li se abstenga de dar entrevistas no tiene ninguna base bajo la ley china.
“El activismo por parte de Li Tingting no sólo cumple con la ley china, sino que debe ser alabado, porque ella está promoviendo la ley”, dijo Wang, en referencia a la legislación, las políticas y las declaraciones de China de que defenderá la igualdad de derechos para las mujeres.
“Ella no debió haber sido tratada ilegalmente por las autoridades. Para una mujer joven que es capaz de hacer lo que ella ha hecho, creo que debe ser considerada una esperanza para China”, dijo Wang.
Li necesitará algún tiempo para adaptarse, pero ha estado de buen humor a pesar de su experiencia terrible, dijeron su novia y su abogado.
En un comunicado, Li dijo que fue privada de sueño y que soplaron humo de cigarrillo sobre su cara mientras estaba sujeta una silla de interrogatorios de hierro.
La más destacada de las cinco activistas chinas por los derechos de la mujer que fueron liberadas recientemente siente que su dedicación a la causa es ahora más fuerte, después de pasar 37 días detenida con interrogadores que le arrojaron humo de cigarrillo en la cara y la insultaron por su orientación sexual, dijeron su pareja y su abogado.
Li Tingting, de 25 años y lesbiana reconocida que hace campaña por los asuntos de las mujeres, estuvo en el centro de un movimiento internacional de condena por la detención de las activistas a manos de autoridades chinas.
Su novia, que habló con la The Associated Press a condición de ser identificada solo por su nombre en inglés, Teresa, transmitió las opiniones de Li por primera vez tras salir de una cárcel de Beijing el lunes pasado, bajo libertad condicional. Teresa habló en presencia del abogado de Li, Wang Yu, quien ratificó las declaraciones.
“‘El feminismo está en mi alma'”, dijo Teresa, citando a Li. “‘Pensé mucho y llegué a la conclusión de que lo que hago no puede estar mal. Mis ideas son más firmes. El feminismo es inseparable de mí'”, agregó.
Li y otras cuatro mujeres, de entre 25 y 32 años de edad, fueron detenidas como parte de una investigación penal por sus planes para repartir pegatinas y panfletos en los que denunciaron acoso sexual, en un caso que refleja la desconfianza que genera entre las autoridades chinas cualquier intento de grupos ajenos al control del gobernante Partido Comunista por organizar acciones civiles.
Conocidas por sus coloridas protestas de alto perfil -desde sentadas por la paridad a teatro callejero denunciando el abuso conyugal- las cinco mujeres atrajeron en los últimos años un interés inusitado fuera del país.
Gobiernos extranjeros, grupos de derechos humanos y figuras importantes como la aspirante demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton, criticaron las detenciones, calificándolas de reacción exagerada de un gobierno chino represivo e instaron a las autoridades a retirar la investigación contra las mujeres.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió diciendo que las detenciones son un asunto interno que se manejó de acuerdo con la ley y pidió a los países extranjeros que no interfieran.
Las cinco activistas quedaron en libertad, pero permanecen bajo investigación y se les ha pedido que no viajen fuera de sus ciudades de origen ni se reúnan con periodistas.
Los reporteros de AP viajaron a Hongtongying, al pueblo natal de Li, que es una comunidad de campos de trigo y sauces en las afueras de Beijing, pero fueron seguidos por vehículos no identificados.
En un sitio cercano, los periodistas pudieron ver a Li con Teresa, mientras caminaban tomadas del brazo, de una casa de té a un hospital, pero no pudieron entrevistar a Li.
Su novia y el abogado dijeron que Li acataría las órdenes de los funcionarios de seguridad del Estado de no conceder entrevistas. Sin embargo, ellos emitieron una declaración escrita por Li en la que ella declaró su inocencia.
“Lo que he hecho no provoca problemas, pues es una defensa leve que no equivale a delito alguno”, escribió Li. “Exijo a la policía que deseche el caso de inmediato, elimine las restricciones coercitivas contra mí y me declaren inocente”.
El abogado dijo que la demanda de que Li se abstenga de dar entrevistas no tiene ninguna base bajo la ley china.
“El activismo por parte de Li Tingting no sólo cumple con la ley china, sino que debe ser alabado, porque ella está promoviendo la ley”, dijo Wang, en referencia a la legislación, las políticas y las declaraciones de China de que defenderá la igualdad de derechos para las mujeres.
“Ella no debió haber sido tratada ilegalmente por las autoridades. Para una mujer joven que es capaz de hacer lo que ella ha hecho, creo que debe ser considerada una esperanza para China”, dijo Wang.
Li necesitará algún tiempo para adaptarse, pero ha estado de buen humor a pesar de su experiencia terrible, dijeron su novia y su abogado.
En un comunicado, Li dijo que fue privada de sueño y que soplaron humo de cigarrillo sobre su cara mientras estaba sujeta una silla de interrogatorios de hierro.
Fuente: AP