El papa Francisco está trabajando para acelerar las apelaciones de sacerdotes que han sido acusados de abusar sexualmente de menores y otros señalamientos graves, anunció el Vaticano el martes. La Santa Sede informó que el pontífice está creando un panel conformado por siete cardenales u obispos para que examine las apelaciones que llegan a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Congregación es la encargada de procesar a los sacerdotes pederastas, pero los críticos han dicho que el Vaticano tarda demasiado en decidir el destino final de los religiosos.
Las apelaciones de los obispos acusados de abusar sexualmente de menores seguirán siendo manejadas por todos los miembros de la congregación, no sólo por el nuevo panel.
Las víctimas de abuso sexual o violación quieren que Francisco también castigue a los jerarcas católicos que encubrieron los abusos.
La noticia se difundió luego que autoridades eclesiásticas dijeron el lunes que un tribunal del Vaticano absolvió a un destacado clérigo católico en la archidiócesis de Los Ángeles de acusaciones de abuso sexual luego de una década de investigaciones y de nuevo se le considera un sacerdote con buena reputación.
La decisión de restituir a monseñor Richard Loomis es inusual -en especial después de tantos años- y la medida atrajo la condena inmediata de un abogado de la presunta víctima y de críticos de la Iglesia, que dicen que el tribunal nunca se puso en contacto con los que acusaban a Loomis después de que dieron una versión inicial ni les informó de la decisión.
Loomis, de 68 años, ha estado bajo licencia y viviendo fuera de la Iglesia desde que surgieron señalamientos en 2003 de que abusó de un chico entre 1968 y 1971 en una secundaria católica en la que impartía clases.
Otro niño les dijo a sus padres en 1974 que Loomis había abusado de él y la familia reportó el hecho a un sacerdote parroquial, de acuerdo con documentos eclesiásticos.
El religioso ha negado haber hecho algo malo y nunca se le fincaron cargos penales. La archidiócesis llegó a un acuerdo en una demanda civil contra él en 2007 como parte de un trato por 660 millones de dólares, un récord, con cientos de personas que acusaron a sacerdotes de abuso sexual.
Loomis no ha sido reasignado a una parroquia, pero de nuevo tiene autorización para celebrar sacramentos como bautizos y confirmaciones y escuchar confesiones, dijo Mónica Valencia, portavoz de la archidiócesis de Los Ángeles.
Charles Renati, abogado de Loomis especializado en derecho canónico, no devolvió una llamada telefónica en la que se le solicitaban sus comentarios al respecto, ni respondió una solicitud para hablar directamente con el sacerdote.
Fuente: AP