El sábado, el Senado absolvió al expresidente Donald Trump en una votación de 57 a 43 por el cargo de incitar a la insurrección por su papel en los disturbios del 6 de enero en el Capitolio. • Siete senadores republicanos votaron culpables. Los demócratas necesitaban que 17 republicanos se unieran a ellos para condenar a Trump y celebrar una votación por separado para prohibirle volver a presentarse como candidato.
El expresidente Donald Trump ha salvado su segundo ‘impeachment’. El Senado votó a favor de declarar al ex presidente culpable de “incitación a la insurrección”, lo que implicaría su “inhabilitación para el ejercicio de cualquier posición de representación, honor, confianza o remuneración de y por Estados Unidos”. Pero lo hizo por 57 votos a favor, 10 menos de los necesarios para condenarle.
Lo único relevante de la votación fueron los cuatro republicanos que votaron a favor de declarar a culpable a Trump. Los republicanos que votaron culpables fueron los senadores Richard Burr de Carolina del Norte, Bill Cassidy de Louisiana, Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska, Mitt Romney de Utah, Ben Sasse de Nebraska y Pat Toomey de Pennsylvania.
▶️ Este es el momento en que el Senado absuelve a Donald Trump del cargo de incitación a la insurrección en el 2º juicio político que enfrenta el expresidente. Los demócratas solo consiguieron el apoyo de siete senadores republicanos, cuando necesitaban 17pic.twitter.com/AjXQEnTUDa
— Bricio Segovia (@briciosegovia) February 13, 2021
Se trata de una victoria para Trump. Pero con matices. Nunca en la Historia de Estados Unidos -incluyendo en el otro ‘impeachment’ contra Trump, hace trece meses- había votado un porcentaje tan alto de senadores del mismo partido del presidente a favor de un juicio político. Es una ratificación del estado de ‘guerra civil’ que vive el Partido Republicano, y que tardará meses, si no años, en resolverse, entre la derecha ‘clásica’ de esa formación y el populismo trumpista.
La sesión, que se esperaba tranquila, estuvo marcada por el caos, cuando quedó claro que la fase final del ‘juicio político’ con la que concluye el ‘impeachment’ podía, de pronto, prolongarse varias semanas. La razón era que los demócratas habían votado a favor de llamar a testigos a declarar en el proceso, y cinco republicanos les habían apoyado.
Entre los llamados a declarar estarían, con toda seguridad, el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que recibió, en pleno asalto al Capitolio, una llamada de Trump diciéndole que “esa gente [los asaltantes]está más enfadada que tú”, en una clara muestra de simpatía con el ataque. En la conversación, Trump se negó a acceder a la petición de McCarthy de salir en televisión a pedir a sus seguidores que salieran del Congreso.
A su vez, los abogados de Trump reaccionaron afirmando que llamarían a declarar a 300 personas. Dado que el Senado debe votar para convocar a los testigos, que éstos se pueden negar, y que, a su vez, el Legislativo puede obligarles a declarar, el ‘impeachment’, de pronto, amenazaba con eternizarse.
Y eso era algo que no quería ningún partido. Para los demócratas, estirar el ‘impeachment’ implicaría que la agenda de Joe Biden quedaría en vía muerta, puesto que el proceso contra el ex presidente tiene prioridad en el Senado. Para los republicanos, recrudecería su ‘guerra civil’ entre pro y anti ‘Trumpistas’ y, encima, forzaría a los miembros de ese partido que están haciendo el ‘don Tancredo’ – diciendo una cosa en público y la contraria en privado – a tomar partido.
Y a la una de la tarde, la crisis se solventó con una fórmula salomónica. La acusación, formada por varios congresistas demócratas, llegó a un acuerdo con los abogados de Trump para incluir en la documentación del ‘impeachment’ las declaraciones de la representante republicana Jaime Herrera Beutler, que fue quien desveló a la cadena de televisión CNN la conversación entre McCarthy y Trump, que no ha sido desmentida por ninguno de los dos.
El juicio político estaba relacionado a la actuación del expresidente cuando un grupo tomó por asalto el Capitolio el mismo día que el Congreso se reunía para certificar la victoria presidencial de Joe Biden en las elecciones de noviembre.
Fuente: El Mundo/ BBC