Kyle Rittenhouse, de 18 años, fue absuelto ayer de todos los cargos tras alegar defensa propia en un mortífero tiroteo en Kenosha, Wisconsin, que se ha convertido en un punto de inflexión en el debate nacional sobre armas, justicia por propia mano e injusticia racial.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió calma tras el veredicto de no culpabilidad de Rittenhouse, joven blanco que mató a tiros a dos personas caucásicas e hirió a una tercera.
El veredicto “ha sumido a muchos estadunidenses en la ira y la preocupación, incluyéndome a mí”, escribió el mandatario en un comunicado, antes de aclarar: “Hago un llamado a todos para que expresen sus opiniones de manera pacífica, en el respeto de la ley”.
El jurado llegó a un veredicto luego de tres días y medio de deliberaciones. Rittenhouse, de 18 años, habría recibido la pena de prisión perpetua en caso de ser declarado culpable. Rittenhouse fue acusado de homicidio e intento de homicidio por matar a dos hombres y herir a un tercero con un fusil semiautomático tipo AR.
Los hechos tuvieron lugar durante una noche de protestas por la violencia policial contra la gente de raza negra en el agitado verano de 2020. Rittenhouse es blanco, como eran las personas a quienes baleó. El jurado era mayoritariamente blanco.
Las personas que perecieron a manos de Rittenhouse fueron identificadas como Joseph Rosenbaum, de 36 años, y Anthony Huber, de 26. El herido es Gaige Grosskreutz, de 28.
Al despedirse de los jurados, el juez de circuito Bruce Shroeder les aseguró que el tribunal tomaría “todas las medidas” para mantenerlos protegidos.
Un subjefe de policía inmediatamente sacó a Rittenhouse por la puerta trasera por un pasadizo para uso del juez.
La madre de Rittenhouse, sentada a algunos metros de su hijo en una banca del tribunal, expresó su alivio, comenzó a llorar y abrazó a las personas a su alrededor mientras se leían los cinco veredictos de inocencia.
Rittenhouse tenía 17 años cuando se trasladó desde su casa en Antioch, Illinois, a Kenosha, después de que varios comercios en la ciudad fueran saqueados e incendiados en medio de protestas debido a que un policía blanco baleó e hirió a Jacob Blake, de raza negra.
El joven se dotó de un rifle semiautomático y se sumó a grupos armados que decían actuar para “proteger” los comercios.
En circunstancias confusas, abrió fuego, matando a dos hombres e hiriendo a un tercero. “No hice nada malo, sólo me defendí”, relató el joven sollozando durante el juicio, y aseguró que disparó después de haber sido perseguido y atacado por los tres hombres blancos.
Fuente: AP/ AFP
