Durante décadas, los presidentes de México y sus familias disfrutaron de al menos cinco propiedades, quintas y mansiones veraniegas en destinos turísticos, sin transparencia sobre su adscripción administrativa y presupuesto ejercido en su mantenimiento y personal.
Hoy, el titular el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), Ricardo Rodríguez, dio a conocer que dos mansiones presidenciales, ubicadas en Acapulco y Cozumel, serán subastadas.
El pasado 20 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que eran esas dos residencias, aunque no ofreció detalles sobre sus condiciones advirtió que no las visitaría en el contexto de su renuncia a usar la hoy exresidencia oficial de Los Pinos que convirtió en museo y abrió el público desde el primer día de su gobierno.
Hoy, a la conferencia de prensa matutina asistió el titular del SAE, quien anticipó que esas dos mansiones serán subastadas, aproximadamente, dentro de un mes.
“La Presidencia, tenía casa en Acapulco y Cozumel (ahora) tendrán un destino que es la sociedad y comunidades marginadas, que ahora el presidente ha renunciado a esos lujos y se van a destinar a caminos, puentes, escuelas y hospitales”, dijo.
La subasta de las mansiones presidenciales será en el mismo procedimiento de las residencias aseguradas y en poder del SAE que se estima, se realice dentro de un mes como parte de las acciones que transforman a dicha entidad gubernamental en el nuevo Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado entidad esta que, aun sin marco jurídico, el presidente y su colaborador, afirman ya está operando.
Las dos mansiones anunciadas no son las únicas.
De acuerdo a registros obtenidos por Proceso a través de solicitudes de información y publicados en su edición 2199, las propiedades a las que se refirió el mandatario son la Quinta “Guerrero”, en Acapulco y la “Quinta Maya”, en Cozumel, Quintana Roo, ambas correspondientes a los inventarios de la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Pero además, el Ejército posee la Quinta Allende, en San Miguel de Allende Guanajuato, también al servicio presidencial. Hay otra finca presidencial en la costera Miguel Alemán, también en Acapulco, Guerrero, que es propiedad de la secretaría de Marina (Semar).
En tanto, la Oficina de la Presidencia de la República, cuenta con otra más, que lleva por nombre Quinta “Soledad Orozco”, en el rancho La Herradura, en Huixquilucan, Estado de México y que, por su ubicación y majestuosidad, podría ser equiparable al estadunidense Campo David. En este caso, se trata de un comodato pues la familia del expresidente Manuel Ávila Camacho es su propietaria y la depositó en la Presidencia para que pudiera atender y alojar a dignatarios extranjeros.
El 2 de mayo de 2017, Proceso solicitó a la Oficina de la Presidencia de la República, la Sedena y la Semar, acceso a la información sobre las casas residenciales, quintas, fincas o cualquier bien inmueble cuyo objeto fuera el usufructo de estas por el presidente de la República.
Dichas solicitudes fueron parte de una investigación periodística que acopió durante más de un año la información sobre los inventarios de los inmuebles presidenciales y de estos mismo, a fin de contrastarlos con lo que se entregara en el cambio de gobierno.
Tanto en su declaración del 20 de diciembre como en la de hoy, el presidente López Obrador sólo se ha referido a las dos residencias de Acapulco y Cozumel, sin aludir a las otras fincas veraniegas.
Fuente: Apro