El Tribunal Popular Internacional someterá a juicio a las compañías mineras canadienses por los daños que está provocando sus operaciones en Latinoamérica. México se encuentra entre las zonas más perjudicadas por las mineras canadienses. El juicio popular se llevará a cabo del 29 de mayo al 1 de junio en Montreal, Canadá.
Desde la Colonia, los países de América han sido objeto de explotación, tanto de sus recursos como de sus pobladores, debido a su riqueza metalúrgica.
Desde que se llevaron a cabo las exploraciones mineras en el siglo XVI por parte de los españoles, hasta las incursiones de las empresas canadienses en el siglo XXI, las consecuencias de esta labor han sido semejantes: la acumulación de riqueza de unos pocos en función de la expoliación de los trabajadores; despojo de tierras, transformación forzada de las formas de vida de las comunidades y desastres medio ambientales.
Por ello, no resulta una sorpresa que en nuestros días cerca de 200 conflictos sociales estén ligados a los megaproyectos mineros, en 90 de esos conflictos se encuentran involucradas compañías canadienses, según ha denunciado el Tribunal Permanente de los Pueblos.
Proyectos como Pascua Lama, en Argentina y Chile, a cargo de la empresa minera Barick Gold o La platosa en Durango, México, de la canadiense Excellon Resources y Grupo Peñoles, han prendido los focos rojos tanto por la falta de transparencia en los contratos, como por los daños al medio ambiente.
En ese contexto, se anunció que el Tribunal Popular Internacional llevará a cabo sus actividades que del 29 de mayo al 1 de junio en Montreal, Canadá, con el fin de analizar in situ la colusión de las grandes mineras con el gobierno canadiense, el cual ha apoyado en todo momento a estas industrias a pesar de los daños que genera en muchos de los países de América latina.
Al este encuentro acudirán quienes han sido afectados directamente por las perniciosas prácticas de las mineras, así como expertos en la materia. Ahí, se enumerarán las violaciones medioambientales y a derechos humanos que frecuentemente realizan las mineras canadienses.
Estas denuncias, sin embargo, no quedarán en una expresión de descontento más. En este marco, se creacrá un Tribunal Popular en el que se juzgarán los casos más emblemáticos a fin de generar una sentencia que no provendrá ni de los Estados, coludidos con el gran capital, ni de las instancias internacionales que, de forma similar, parecen obedecer a esos mismos dictados, sino de la sociedad civil.
Fuente: Revolución 3..0