Este día es recordado como “el halconazo” o Jueves de Corpus. Hasta ahora nadie ha sido castigado por los hechos y el Gobierno negó la existencia de grupos paramilitares a su servicio.
El 10 de junio de 1971, tres años después de la matanza de 1968, cientos de estudiantes fueron atacados a tiros por paramilitares en la calzada México-Tacuba del entonces Distrito Federal, en un caso que se quedó impune en la historia de nuestro país, como muchos otros más.
Ese día, alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se unieron a la lucha de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), que había vivido una serie de conflictos internos.
Fue así que comenzó una protesta donde se exigía la liberación de presos políticos, la derogación de la Ley Orgánica de la UANL y la desaparición de los grupos porriles en escuelas de educación media y superior, entre otras cosas.
Esta fecha fue histórica, pues se trató de la primera gran movilización estudiantil luego de la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco.
Alrededor de las 17:00 horas salió la marcha estudiantil cerca de la estación del metro Normal, se dirigía al Zócalo, pero las calles estaban bloqueadas por granaderos, agentes que impedían el paso, tanques antimotines y entre ellos “Los Halcones”, es decir, los paramilitares.
Los integrantes de esta fuerza de seguridad estaban armados con varas de bambú y palos de kendo, los estudiantes los repelieron y en el contraataque ellos agredieron con armas de fuego.
Los heridos fueron llevados a un hospital; sin embargo, algunas versiones aseguran que “Los Halcones” llegaron y asesinaron a los jóvenes en el nosocomio.
Días después, el coronel Manuel Díaz Escobar, entonces subdirector de Servicios Generales del Departamento del Distrito Federal, compareció ante la Procuraduría General de la República (PGR) para declarar en torno a lo que se conoció como “el halconazo” o Jueves de Corpus, pero no fue castigado y afirmó que el grupo paramilitar no existía.
Hasta ahora nadie ha sido castigado por estos hechos.
Fuente: Excélsior