La costa Este de Estados Unidos amaneció este sábado cubierta por un manto de nieve de entre 30 y 45 cm que amenaza con paralizar la región durante varios días. Se espera que las precipitaciones, acompañadas de vientos de hasta 80 km por hora, continúen hasta la madrugada del domingo en una zona que abarca 20 Estados desde Georgia hasta Nueva York. En total, 85 millones de ciudadanos se han visto obligados a permanecer en sus casas ante la situación de emergencia.
Las primeras nevadas se registraron el viernes, pero lo peor está por llegar, con fuertes vientos y abundantes nevadas que se espera que produzcan “condiciones de tormenta peligrosas” a lo largo del sábado, según el cibersitio del Servicio Nacional de Meteorología. Las predicciones contemplan más de 1,2 centímetros (media pulgada) de hielo acumulado en las Carolinas e inundaciones costeras potencialmente graves en el medio Atlántico.
Según el cibersitio del Servicio Nacional de Meteorología, a primera hora del sábado habían caído más de 45 centímetros (18 pulgadas) en Ulysses, en el este de Kentucky, mientras que en Beattyville se acumulaban 40 cms (16 pulgadas). Entre 35,5 y 39 centímetros (entre 14 y 15,5 pulgadas) se registraron en otros puntos de Kentucky, entre ellos Frenchburg, Mount Vernon, Eglon y Lancer.
El servicio meteorológico explicó además que la tormenta dejó cerca de 18 centímetros (7 pulgadas) de nieve en Washington D.C. mientras que en Maryland la cantidad osciló entre los aproximadamente 11,5 cms (4,5 pulgadas) de Baltimore y los 34 cms (13,5 pulgadas) de Oakland. En Virginia, el aeropuerto nacional Reagan informó que había registrado 17,2 centímetros (6,8 pulgadas) de nieve y en Elma cayeron 38 cms (15 pulgadas). Entre los estados que registraron nevadas de más de 15 centímetros (6 pulgadas) están Delaware, Georgia, North Carolina, New Jersey, Ohio, Pennsylvania, South Carolina, Tennessee y West Virginia. Varios puntos de Georgia y Alabama recibieron entre 2,5 y 8,9 centímetros (entre 1 y 3,5 pulgadas).
Antes incluso de que la nieve comenzase a caer el viernes por la tarde, se declaró el estado de emergencia en varias zonas, los legisladores regresaron a sus casas y las escuelas, oficinas gubernamentales y sistemas de transportes cerraron antes en la costa este del país, desde Georgia – en el sur – hasta la ciudad de Nueva York.
El hielo y la nieve complican los desplazamientos, con miles de accidentes y al menos nueve muertes en las carreteras de la región. A última hora del viernes, la policía estatal de Virginia había reportado 989 choques de autos en todo el estado desde el inicio de la tormenta, y agregó que se asistió a casi 800 vehículos en problemas, dijo Ken Schrad, portavoz del Centro de Información Conjunto de la Policía Estatal de Virginia.
En Kentucky, Mike Edmonds estaba atrapado en una parada para camiones el viernes mientras la nieve se acumulaba a su alrededor, sin atreverse a conducir su vehículo por el resbaladizo estacionamiento ni por una carretera estatal sembrada de autos siniestrados.
“Aquí tenemos camiones que literalmente no pueden salir”, dijo Edmonds en conversación telefónica. “Estamos patinando. No merece la pena ni salir a la carretera”.
En Washington, el gobierno federal cerró sus oficinas a mediodía y el transporte público permanecerá inactivo hasta el domingo. El presidente Barack Obama, recluido en la Casa Blanca, fue uno de los mucho que se quedó en casa.
“Hallen un lugar seguro y permanezcan en él”, dijo la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, a residentes y turistas.
Unos 7.600 vuelos fueron cancelados el viernes y el sábado, el equivalente al 15% de los servicios de las aerolíneas, según el servicio de rastreo de vuelos FlightAware. Esperan volver a estar totalmente operativas el domingo por la tarde.
Entre los desafortunados viajeros que se quedaron varados por la tormenta estaba Jennifer Bremer, de Raleigh, North Carolina. Bremer voló a Chicago el jueves por la mañana con un maletín como único equipaje para lo que pensaba sería apenas un día de reuniones. Su primer vuelo de regreso a casa fue cancelado el jueves por la noche, y lo mismo le ocurrió el viernes.
“Tengo mi computadora, mi celular y un buen libro, pero no tengo ropa”, dijo Bremer mientras miraba la información sobre vuelos en el aeropuerto internacional O’Hare el viernes. “Tengo una agente de viajes que está intentando ser creativa. Estoy esperando su llamada (…) Intento llegar a algún lugar cerca de la Costa Este donde pueda conducir esta noche o a primera hora de mañana”.
Quienes no estaban tristes por la noticia de la tormenta eran los pasajeros de un crucero que debía regresar desde Bahamas al puerto de Baltimore el domingo. Su llegada se ha retrasado hasta al menos el lunes debido a la climatología.
Se prevé que caigan al menos 60 centímetros (dos pies) de nieve en Washington y Baltimore, y casi la misma cantidad en Filadelfia.
El viernes por la noche, zonas de Kentucky, las Virginias y North Carolina tenían ya más de 30 centímetros (un pie) de nieve, y en algunas áreas de Pennsylvania, South Carolina y Tennessee habían caído más de 15 centímetros.
Fuente: AP/ El País