A 7 años del asesinato de Carlos Santiago Orozco, fotoperiodista de El Diario, la carpeta de ha permanecido congelada durante los últimos 3 años. Antes, los datos aportados a los expedientes fueron mínimos, reveló el análisis a la investigación ordenado por el fiscal Jorge Arnaldo Nava López y divulgado por El Diario de Juárez.
La principal hipótesis del crimen está dirigida a su entorno personal y no su actividad periodística, según las actuaciones del Ministerio Público y Policía Ministerial Investigadora.
En estos años, ningún colega del fotógrafo ha sido escuchado en declaración, cita el informe.
Tras conocer el estado actual de la carpeta de investigación, la coordinadora de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Vida (Ueidcv) ordenó citar a declarar a los comerciantes del centro comercial Río Grande, ubicado en las avenidas Adolfo López Mateos y Paseo Triunfo de la República, dijo Alejandro Ruvalcaba Valadez, vocero de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la Zona Norte.
La gran mayoría de los negocios establecidos en esa plaza durante el 2010 han cambiado de giro o cerrado, por lo que difícilmente los comerciantes actuales tendrán conocimiento de este hecho violento, se observó.
El portavoz dijo que confían en que aún continúe dentro de la carpeta de investigación el video de del ataque contra Santiago Orozco, del que sobrevivió Carlos Sánchez Colunga, quien sigue colaborando para esta casa editora.
Santiago Orozco, de 21 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza, mientras que su compañero resultó herido de dos impactos.
Ambos fotoperiodistas fueron agredidos en el estacionamiento del centro comercial Río Grande Mall, ubicado a menos de dos cuadras de esta casa editora.
La agresión
Eran poco más las 2 de la tarde del jueves 16 de septiembre del 2010.
A escasas cuadras de El Diario se escuchó el ulular de las ambulancias y patrullas. En el estacionamiento del centro comercial estaba un vehículo Nissan Platina, propiedad del hijo del abogado Gustavo de la Rosa Hickerson.
Luis Carlos conducía el automóvil particular y el otro fotógrafo, Carlos Manuel Sánchez Colunga, viajaba en el asiento del acompañante.
Cuando circulaban justo frente a una mueblería, fueron agredidos desde otro vehículo en movimiento. En el edificio había cámaras de seguridad que captaron los hechos y que fueron aseguradas por la entonces Procuraduría de Justicia del Estado.
El auto de los atacantes era compacto y al parecer gris; era tripulado por al menos dos hombres, de acuerdo con los testimonios recabados en el lugar de los hechos. Luis Carlos recibió varios impactos de bala, uno de ellos en la región frontal y otro en la mejilla de lado izquierdo, por lo que su muerte fue prácticamente instantánea.
Al fallecer, el fotógrafo estrelló el vehículo que tripulaba contra otros dos autos estacionados.
Tras el ataque, Sánchez tomó su cámara digital y salió por la puerta del auto, ya que quedó prácticamente atrapado contra los carros estacionados. Carlos sobrevivió y continúa su labor periodística.
Línea de tiempo
En la carpeta de investigación abierta 16 de septiembre del 2010 se hicieron varias diligencias, entre ellas se anexó el resultado de la necropsia. La identificación formal de cuerpo y la narración de hechos del sobreviviente, dijo Ruvalcaba Valadez.
Del 2011 no se ve diligencia alguna ni registro que se haya hecho algún movimiento hasta el 2012. Ahí se paró el asunto, dijo Ruvalcaba Valadez.
El 19 de marzo del 2013 la Policía Ministerial mandó a pedir a Tránsito Municipal que informara de los sucesos que había tenido el 16 de septiembre del 2010 para saber si estaban involucrados los vehículos en los que viajaban los agresores saber si tenían información que pudiera ayudar a la Policía Ministerial Investigadora en este caso, agregó.
Agregó que para el 2014, durante los meses de agosto, noviembre y diciembre citó a declarar al sobreviviente del hecho y éste no se presentó.
Otra diligencia realizada ese año fue la solicitud realizada a la gerencia de El Diario de la alta del empleado al Seguro Social, lo que fue respondido, agregó Ruvalcaba Valadez.
En el 2015 se pide a la Unidad de Delitos Contra la Paz verificar si existía el registro de alguna denuncia contra miembros de la familia de Orozco.
“En este año se han enviado varios oficios tanto a los locatarios para que acudan a la Fiscalía para que den su testimonio; en los últimos meses se ha insistido elaborar líneas alternas a las desarrolladas por la Policía Ministerial de Investigación dirigida al entorno social de la víctima”, dijo.
El vocero aseguró que se sigue trabajando en la carpeta de investigación.
Chihuahua registra más de 20 asesinatos de periodistas en la última década, todos impunes.
Fuente: El Diario/ Luz del Carmen Sosa