13 minutos nos cuenta la historia de George Elser, un carpintero de la resistencia que intentó asesinar a Hitler en Múnich en noviembre de 1939. Pero no lo consiguió. Hitler abandonó el acto que celebraba con miembros de su partido antes de lo previsto.
El director del filme compara la valentía de este carpintero con la de Edward Snowden, el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.
“Esto es lo increíble sobre Georg Elser. Es como Edward Snowden hoy en día. No tenía intereses personales, solo quería defender algo en lo que creía, necesitaba hacer algo, no podía frenar lo que sentía. Esta película habla sobre libertad, sobre la libertad de expresión, sobre la libertad de movimiento. Todas aquellas cosas que Elser vió cómo, poco a poco, desaparecían”, explica Oliver Hirschbiegel, el director.
Elser preparó durante dos meses el escenario del atentado escondiéndose durante la noche en la cervecería en la que Hitler celebraría su acto. Él mismo fabricó la bomba que colocó.
“La película también puede ser vista de otra manera. Yo no soy una persona a la que le interese mucho la política pero durante el rodaje aprendí que todos podemos hacer política, que todos tenemos algo que decir y que nuestra voz es importante en el sistema democrático en el que vivimos”, asegura el actor Christian Friedel.
“Ahora es fácil entender cómo uno podía llegar a formar parte de un bando o del otro. Todo esto ocurre en una pequeña ciudad. Es interesante ver cómo la gente cambiaba, por qué, cómo los conflictos privados se mezclaban con la situación política”, explica la actriz
Katharina Schuttler.
La bomba que Georg Elser preparó explotó 13 minutos después de que Hitler abandonase la cervecería. Elser fue detenido y, sin juicio, ejecutado cinco años después en el campo de concentración de Dachau.
“13 minutos” se estrenó en el Festival de Cine de Berlín y llega a los cines de todo el mundo a partir de abril.
Fuente: euronews
