Un centenar de prelados católicos del país demandan del gobierno actuar contra cobro de cuotas, secuestros y asesinatos vinculados al crimen organizado, agravios que “afectan al bien” del país
Los más de 100 obispos que integran el Episcopado Mexicano llamaron a las autoridades de los tres niveles de gobierno actuar de inmediato ante hechos de injusticia: asesinatos, secuestros y cobro de cuotas que sufren muchas personas, en particular los michoacanos.
“Pedimos a las autoridades federales, estatales y municipales una acción pronta y eficaz ante la injusticia de los levantones, secuestros, asesinatos y cobro de cuotas, que afectan al bien y a la prosperidad de tantas personas y comunidades; les pedimos estrategias para favorecer la calidad de vida de los ciudadanos y su desarrollo integral”.
En un comunicado emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Iglesia Católica se sumó al llamado del obispo de Apatzingán, Michoacán, Miguel Patiño Velázquez, para no abandonar a los inocentes que viven bajo la amenaza del crimen organizado.
“El peligro es común a todos”, advirtió el Episcopado al sumarse a la que calificó como “valiente denuncia” de Patiño Velázquez, quien en una carta expone su percepción de la situación en el país, en el estado de Michoacán y concretamente en el Valle de Apatzingán, provocada por el crimen organizado.
Esta situación “se ha recrudecido, obligando a familias enteras a emigrar por el miedo y la inseguridad”, asienta el texto firmado por el presidente del Episcopado, el cardenal Francisco Robles Ortega, y el secretario, Eugenio Lira.
“Nos duele el drama por el que están pasando muchas hermanas y muchos hermanos mexicanos, nos aflige el hecho de que incluso la atención pastoral a los fieles se vea afectada por las amenazas del crimen organizado, como lo ha denunciado pública y valientemente el obispo de Zamora, Michoacán, monseñor Javier Navarro Rodríguez”.
La jerarquía católica instó a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a sumar esfuerzos para enfrentar positiva, creativa y solidariamente toda forma de violencia, a fin de edificar una sociedad justa, pacífica y próspera.
“Por nuestra parte, invocando la ayuda de Dios y la intercesión de Santa María de Guadalupe, nos comprometemos a seguir colaborando en la atención pastoral de las víctimas de la violencia y en la reconstrucción del tejido social, favoreciendo una cultura del respeto al Estado de Derecho y de la paz”, subrayó el texto.
Fuente: Notimex