1. La marcha era por definición pacífica y solo un grupo de unas pocas decenas de individuos tomo la decisión de participar de la confrontación con la policía.
2. La cantidad de policías en el zócalo (en número cercano a mil en el zócalo mas otros muchos en el recorrido de la marcha) no pudieron ser convocados de manera urgente, su presencia estuvo preparada desde antes de la marcha.
3. Los individuos que participaron de la confrontación con la policía no fueron señalados como infiltrados por la propia marcha durante su trayecto, ni tampoco durante el episodio de violencia. Ellos estaban preparados para estos hechos y durante el trayecto recogieron objetos para arrojar además de que lanzaron por lo menos una bomba molotov que difícilmente hubiera podido ser preparada durante la marcha o en el lugar.
4. Los granaderos no detuvieron a nadie en flagrancia, durante la confrontación respondieron con agresiones pero las detenciones fueron posteriores y no se detuvo a quienes participan del enfrentamiento sino a fotógrafos y personas que trataron de evitar las detenciones. Los individuos que participaron de la confrontación pudieron alejarse del lugar. Algunas de las detenciones se realizaron a varias calles del lugar.
5. La táctica llamada “encapsulamiento” consiste en enviar policías en números absurdos a rodear manifestantes, al hacerlo no solo se cancela el derecho a la manifestación sino que también se señala de manera ilegal a los manifestantes como delincuentes. Esta invención de Ebrard-Mondragón es una de las prácticas más emblemáticas de los perredistas para neutralizar manifestaciones políticas que no les son afines.
6. La dimensión absurda de la movilización de policías contrasta con el deterioro de la vida pública en todos los espacios de la ciudad donde mafias afines al PRD operan impunemente como el interior del metro donde no se detiene a los ambulantes que están organizados en mafias y que todos los usuarios señalan como el principal problema de ese medio de transporte. Jamás hasta hoy se ha usado la fuerza pública para erradicar estos grupos y por ende nunca se han movilizado policías en cantidades similares a las usadas contra las manifestaciones no afines al gobierno local.
7. Los grupos que desde la manifestación participaron de la violencia lo hicieron a título propio y en contra de la propia convocatoria de la marcha, sin embargo aprovecharon la propia multitud de la movilización para encubrir sus agresiones y para escapar dejando a otros manifestantes abandonados mientras eran detenidos por la policía, Esta actitud no es nueva y puede documentarse en diversas movilizaciones.
8. El gobierno ha aprovechado la presencia insistente de grupos que desde las movilizaciones promueven confrontaciones por decisión propia para agredir a las movilizaciones de manera general e incluso a transeúntes ajenos a las propias protestas.
9. Los grupos que desde las marchas promueven las confrontaciones no hacen ningún análisis de sus acciones y se expresan de manera violenta a cualquier tipo de crítica. Sin embargo si solicitan solidaridad cuando llegan a ser detenidos en las manifestaciones.
10. El actual clima de agresión hacia las movilizaciones sociales en el DF es el resultado de políticas directamente diseñadas por los gobiernos perredistas de la ciudad. Estas políticas son avaladas por sus grupos afines a sus candidatos o mafias pero no pueden llamarse democráticas ni por lo menos legales. Al igual que los gobiernos priistas actúan con extrema agresión hacia las protestas sociales mientras niegan la existencia de crimen organizado.